Esta fiesta se celebra en Guanujo al norte de Guaranda, el 29
de Julio de cada año. En esta fiesta al igual que en muchas otras
manifestaciones de la provincia Bolívar se encuentra una amalgama de rasgos
españoles e indígenas que hacen que este tipo de fiestas sea única en símbolos
y rasgos culturales.
Como en esta fiesta se puede encontrar elementos que la hacen
muy diferentes de otras, y es que en esta se esconde una antigua tradición
andina que es la de celebrar la fiesta del sol o Inti Raymi.
Los alimentos típicos de la zona: el maíz, papa, melloco,
oca, frejol, y calabaza en combinación con carne de res chancho, borrego y cuy.
Los pueblos indígenas a lo largo de su historia han creado
diversas cosas culturales, desde el ámbito agrícola, los tejidos, artesanías
manualidades decorativas y todavía luchan por conservar su costumbre cultural.
Algunos historiadores sostienen que los pueblos indígenas que
habitan estos territorios mucho antes de la llegada de Cristóbal Colon, tenían
creencias religiosas naturalista, es decir que adoraban a la madre naturaleza
como la vida del universo.
En este caso, en Inti- Raymi es una fiesta de origen incásico
y que se da en la región andina en honor al “dios sol”, celebración que
consiste en una serie de rituales que comienzan generalmente en la noche del 29
de Junio en los que se le pide al “dios sol” que siga acercándose a la Tierra y
abrigue y de fertilidad a los cultivos.
Una costumbre de los indígenas era y sigue siendo la fiesta
del Gallo Compadre. En medio de las fiestas religiosas, las personas
acostumbraban y acostumbran a coger un gallo, enterrar solo el cuerpo en un
hueco de 0.30 cm x 0.30 cm, de tal forma que quede solo la cabeza al aire.
Especialmente procedían a darle un machete al primer
voluntario y le vendan los ojos. Su misión consistía, en lograr decapitar al
gallo con tan solo 3 intentos. Si le conseguía se podía llevar el cuerpo a la
casa, o sino si deseaba se lo cocinaban ese mismo momento y comían entre todos
los presentes. La fiesta del “gallo compadre” es parecido a la quiebra de la
piñata.
La preparación de la fiesta era muy estricta antes, ya que
los indígenas tenían prohibido comer tres días antes de la fiesta. Tampoco
podían encender fuego en toda la ciudad y se abstenían de dormir con sus
mujeres.
A día de hoy, son varias las localidades ecuatoriana, que
celebran esta fiesta de origen indígena con, dos objetivos:
Honrar a los dioses por las cosechas y convertir la
celebración en un atractivo turístico.
Autor: Paola Garcia
No hay comentarios:
Publicar un comentario